A veces la tecnología y el arte son una misma cosa.
No hay más que ver este coche de Fórmula 1. No sabemos si a Michael Schumacher le gustará ver su monoplaza totalmente destripado, pero a Mercedes Benz y a nosotros nos encanta.
Mercedes puso a disposición del artista holandés Paul Veroude las 3200 piezas de este vehículo, el MGP W01, y el bueno de Paul, en lugar de volverlo a montar y revenderlo (ahí no hemos estado atentos, ¿eh?) para sacarse un buen pico, decidió colgar sus partes para exponer las vergüenzas del bólido.
Teniendo en cuenta que esta máquina tuvo un tiempo de diseño de 90.000 horas y luego otras 200.000 de fabricación, sean cuales hayan sido sus resultados se puede decir que es una forma de arte, muy tecnológico e impresionante.
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