Elmo y Monstruo Galleta infraganti teniendo sexo!

Atención las siguientes escenas contienen sexo casi explícito.

Se recomienda discresión.

Si es mayor de edad, baje con el cursor, de lo contrario, busque la página de Barney en Google...















































 

Jugadores de futbol/actores...

Llegó el Armaggedon!!!! ahhhhhhhhhhhh

Si éste no es el fin del mundo, no sé que puede ser...

Chitchen Itzá y la serpiente de los equinoccios

El Templo de Kukulkán o Pirámide de Kukulkán, es conocido también por el nombre «El Castillo», término que utilizaron los españoles en el siglo XVI, buscando alguna similitud arquitectónica conocida en el continente europeo.
El actual templo fue construido en el siglo XII d. C., por los mayas itzáes en la antigua ciudad de Chichén Itzá, fundada originalmente por ese mismo pueblo maya en el siglo VI d. C.1 en el territorio perteneciente al estado mexicano de Yucatán. Su diseño tiene una forma geométrica piramidal, cuenta con nueve niveles o basamentos, cuatro fachadas principales cada una con una escalinata central, y una plataforma superior rematada por un templete.
En esta construcción se rindió culto al dios maya Kukulkán (idioma maya: Serpiente Emplumada ), razón por la cual se pueden apreciar motivos serpentinos en la decoración arquitectónica. Por otra parte también cuenta con simbolismos que hacen alusión a los números más importantes utilizados en el calendario Haab (calendario solar agrícola), el calendario Tzolkin (calendario sagrado) y la rueda calendárica.
La alineación de la construcción de la pirámide permite que se puedan observar diversos fenómenos de luz y sombra, los cuales se producen en su propio cuerpo durante los equinoccios y solsticios cada año.

El Templo de Kukulkán, principal estructura de Chichén Itzá demuestra los profundos conocimientos de matemáticas, geometría, acústica y astronomía que los mayas poseían. Al ser una sociedad inicialmente agrícola, los mayas observaron con detenimiento el comportamiento de las estaciones, las variaciones de las trayectorias del Sol y las estrellas, y combinando sus conocimientos, lograron registrarlos en la construcción del templo dedicado a su dios Kukulkán.
Al igual que las culturas mesoamericanas, la cultura maya utilizó un calendario agrícola solar al que llamaban Haab, el cual cuenta con 18 meses o uinales, cada uinal tiene 20 días o kines. De esta forma el calendario comprende 18 x 20 = 360 días regulares o kines, más cinco días adicionales, considerados como nefastos, llamados uayeb.
El templo de Kukulkán cuenta con cuatro escalinatas, cada una de ellas tiene 91 escalones, de esta forma suman 364 y considerando la plataforma superior del templo tenemos un total 365 unidades que representan los días del Haab.
El segundo calendario utilizado por los mayas, llamado Tzolkin o calendario sagrado, consta de 13 meses y cada mes tiene 20 días, de tal forma que éste cuenta con 260 días.9 Los ciclos del Tzolkin y el Haab se fusionaron en una rueda calendárica de tal suerte que la combinaciones de ambos se repiten cada 18,980 días (mínimo común múltiplo de 260 y 365)10 equivalentes a 52 años, lo que quiere decir que cada 52 ciclos del calendario Haab comienza a repetirse la combinación de ambos calendarios. Los números 18 (uinales), 20 (kines), 5 (uayeb), 52 (ciclos), pueden descifrarse de manera más compleja en la pirámide de Kukulkán.
El templo tiene 9 niveles o basamentos, si se observa de forma frontal cualquiera de las fachadas, al tener al centro de la vista la escalinata, se puede multiplicar el número de basamentos x 2, dando como resultado el número 18, correspondiendo así a los 18 uinales del Haab. En el templete superior de la pirámide existían 5 adornos o almenas en cada fachada, de esta manera se tenían 20 almenas que representan los 20 días o kines de cada uinal.
En cada fachada, en el peralte de cada basamento se encuentran paneles en bajorrelieve, en el nivel más alto son solamente dos paneles, y los otros ocho basamentos cuentan con tres paneles, de tal forma que 3 x 8 = 24 + 2 = 26 paneles, que sumados a los otros 26 paneles del lado opuesto de la escalinata nos dan un gran total de paneles por fachada de 52, es decir representan los 52 ciclos del Haab en la rueda calendárica. Como ornamentación el edificio tiene 260 cuadrángulos que coinciden con el número de días del calendario Tzolkin.11
De esta forma, y acorde a los calendarios utilizados por los mayas, se puede deducir que la pirámide no solamente esta dedicada al dios Kukulkán, sino que también observa la cuenta del tiempo dando particular relevancia a sus ciclos.



Si durante un año y desde un punto fijo contemplamos el amanecer en el horizonte, podremos observar que el sol va apareciendo en diferentes posiciones a lo largo del mismo y su trayectoria en el cielo va cambiando. Esto es debido a los propios movimientos de la Tierra, de rotación sobre su eje y traslación alrededor del sol, así como la variante de su eclíptica, y la inclinación del eje terrestre.
Refiriéndonos al hemisferio norte del planeta, durante un año el sol parece colocarse en la línea del horizonte en un punto más austral durante el solsticio de invierno (diciembre), pasando por un punto intermedio durante el equinoccio de primavera (marzo) y llegando a un punto más septentrional durante el solsticio de verano (julio), para regresar nuevamente al punto intermedio durante el equinoccio de otoño (septiembre) y reiniciar el ciclo nuevamente. Este movimiento aparente tiene una variación adicional si nos trasladamos a diferentes latitudes del planeta.
Los mayas, consideraron todas estas variables y con gran atención observaron los posibles fenómenos de luz y sombra generados durante cada día del año. Construyeron así la pirámide de Kukulcán teniendo en cuenta todas estas variables, además de las consideraciones arquitectónicas, orientaron la fachada NNE con una inclinación aproximada de 16° con respecto al norte geográfico.
Al atardecer de los equinoccios de primavera y otoño, se observa en la escalinata NNE de la pirámide de Kukulcán una proyección solar serpentina, consistente en siete triángulos isósceles de luz invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio durante el ocaso.
En Chichén Itzá el fenómeno se ve en todo su esplendor y la imagen de la serpiente de triángulos de luz y sombra es proyectada a la alfarda NNE; conforme avanza el tiempo parece descender del templo una serpiente y el último reducto de luz se proyecta en la cabeza de la serpiente emplumada que se encuentra en la base de la escalinata. Este fenómeno ocurre en marzo y septiembre, y puede observarse aproximadamente durante un período de cinco días en las fechas más próximas a los equinoccios, la duración del efecto comienza aproximadamente 3 horas antes del ocaso, al principio de estas horas se puede ver en la balaustrada una forma de luz ondulada que poco a poco se va cerrando para formar 7 triángulos isósceles, los cuales solo pueden verse durante 10 minutos, después comienzan a desaparecer paulatinamente.
Los mayas realizaban una serie de preparaciones durante cuatro días y el quinto era motivo de gran celebración. Aparentemente era en la lengua de la serpiente donde se colocaban diversas ofrendas al dios Kukulcán.
En la zona arqueológica de Mayapán, existe una pirámide de menores dimensiones, pero de iguales proporciones y dedicada por supuesto a Kukulcán.
La proyección ondulada del cuerpo de la serpiente también puede ser observada en el ocaso de los equinoccios, sin embargo no es tan espectacular debido al deterioro de la propia estructura.


A continuación dos videos del momento. El primero una especie de Time Lapse no muy digno y el segundo un video amateur pero busqué y busqué y encontré muy pocos videos realmente buenos o profesionales.

 

Si llega a estar nublado te queres matar, pero bueno, los del siguiente video amateur, zafaron a último momento!

 

El sueño de todo perro

Frio, queres frio? Tomá!!!

Qué pasa si tiras desde un 7º piso agua caliente?

Seguramente si pasa alguien por debajo justo al mismo momento se quemará, contestaría alguien que habita en cualquier lugar más o menos normal.

 Pues en Rusia, si tiras agua caliente desde un 7º piso seguramente se haga nieve antes de tocar el suelo de PB...

Claro hace -41º C.


 

La diferencia entre "Reino Unido","Gran Bretaña" y Inglaterra" (Infografia)


Un vistazo a Japón

Muy buen corto realizado por Tim White, con el apoyo de la Universidad de Keio (japón imagino...)

:)

Andando en moto a lo loco...

En Brasil (creo yo, por las calles de San Pablo), un loquito que según se puede escuchar, ya que va hablando (y agradeciendo el paso) durante con más de 10 minutos de video tiene que llegar a tiempo a una consesionaria (y ya tiene un par de minutos de retraso), filma el siguiente video que es realmente una locura, y lo que hace a éste una curiosidad, es que finalmente no le pasa nada...

Paseando por el puerto FAIL

Una de las primeras cosas que hay que hacer, al comprarse un auto o moto nuevas, es verificar las medidas. Tener cuidado al doblar, agarrarle el pulso al acelerador, al freno, etc...

 

Fails solo de mujeres



:D

Aca les tiran maiz o pañales...

mientras que Calgary, Canadá, tiraron poco menos de 22.000 osos (21 453 para los que quieren números exactos) Teddy en el marco de un partido de hockey sobre hielo solidario. La recaudación por la venta de los osos y los propios osos eran para distribuir entre los hospitales de niños de la ciudad.

La publicidad de Hasselhoff, Kitt y Emilio Disi

Estimo que debe haber otros cortes, o publicidades con "tremendos" personajes no?

Las fases de la Luna

Fácil y didáctica manera de entender las fases de la luna, su rotación y su órbita con respecto a la Tierra para el año 2013

 

Percebeiros (corto)

Corto Documental dirigido por David Beriain sobre la historia de Serxio Ces, percebeiro de Cedeira, Galicia.

Preseleccionado para los Premios Goya 2012.

Sinopsis Ruge el viento. El mar golpea los acantilados. Dos metros de roca, ésa es la franja de agua y oxígeno en la que crece el percebe. Dos metros donde el mar se ensaña, donde bate con fuerza milenaria. Una frontera de olas y espuma en la que Serxo y sus compañeros luchan por un bocado de mar. Una frontera de valor y miedo. De temeridad y sentido común. Dos metros sin margen de error. Ahí vive el percebe. Ahí vive Serxo.
Percebeiros es la batalla contra el mar de unos guerreros que no se consideran héroes

 

Cheetah en super slow motion

Fijense el tiempo que va pasando arriba a la izquierda de la pantalla.

Caidas sobre hielo

Dificil no caerse...

 

Los hermosos Alpes en Time Lapse

Una leona le robó la cámara a un fotografo

La cámara es era del fotografo estadounidense  Ed Hetherington y es era una Canon 5D Mark II con un lente 16-35mm con obturador por control remoto.
Y hablo en pasado sobre la cámara, porque la logro recuperar (solo cámara y lente con algunas rayas (lo salvó el filtro protector rajado) y hasta nuevo aviso, está en reparaciones.

A continuación la genial secuencia de los hechos.

Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion Ui1M1
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion mJDPE
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion tZqco
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion BXWnt
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion eUNQd
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion ptyIn
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion Vh08G
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion lionpov
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion w38Ym
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion XEiEl
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion I9Hb7
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion wjZ30
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion xHzxb
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion ZLw1W
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion mS8h2
Photographer Has His Canon 5D Mark II Kidnapped and Killed by a Lion S3MsZ

El susto más CUTE que vas a ver hoy!

Es un panda rojo y... se asusta parece!

 

Macho dijo la partera (que era ciega...)

Time Lapse y robo documentado

Estaban filmando un Time Lapse nocturno del cielo y se robaron una de las cámaras que siguió tomando las fotos de todo lo ocurrido.


 

Tornado en 1º persona

Impresionante la fuerza del viento y de las ráfagas.

 

Malabares extremos

Otra joda de ascensor

Terrible, otra vez los brasileros, dando cátedra en cámaras ocultas...

Quién ordenó carne?

Es fresca no?

 

Mars Rover Curiosity

Genial video de la Mars Rover Curiosity en Marte.

A la pileta, en pleno Shopping

Eso, no hay mucho que explicar...

Habia pileta, un lugar alto desde donde saltar, amigos filmando... qué hiba a hacer?


 

43 minutos de bloopers

Para empezar con más de una sonrisa la semana, 43 minutos de loopers, FAILs y demases compilados.

Hay muchos ya vistos, pero muchos más nuevos y muy buenos (incluyendo varios de Argentina!


 

Superman vive, y lo hace en Rusia!

Donde sinó...


Final del Mundial de metegol 2012

EL siguiente video es de la final single del Campeonato Mundial de Metegol 2012 (Quién sos vos gil?, Campeón Mundial de metegol, salame, y vos?)... .

 Bueno, sin dudas no es algo que te sume puntos a la hora de presentar tu Curriculum Vitae, pero los muchachos se divierten y se nota que pasan horas (muchas) delante de los jugadores de plástico y la pelotita...

Sin molinete, juegan un tal Tony Spredema, que iba por su tercer título mundial consecutivo, contra un fulano que se hace llamar "Red Hot" Mares..., aunque se llama Roberto y terminó alzando la copa, según los comentarios de los especialistas (¿?), por su gran técnica en ataque...

 Con Uds. la final!

 

PD, si queres saber más sobre el tema o comprarte el DVD con todo el campeonato (Programón para ver con tu novio/a durante todo el "finde"!, entrá ACA

La carrera más loca del mundo x Top Gear

Ya hemos posteado alguna que otra cosa sobre el programa británico de la BBC Top Gear y de sus peculiares conductores.

Hace unos días, en su programa semanal presentaron una carrera con los vehiculos que circulan por un aeropuerto unicamente.
Como solo ellos pueden juntar, hacer correr y ... (ver el final) ... y asi fue:

 

Y de yapa, otro video con otra carrera loca...


The Big Bang Theory, Flash Mob

Parte del equipo de rodaje, personajes incluidos (salvo Sheldon), quisieron dar una sorpresa en forma de Flash Mob al público que asistía ese día a la grabación.

 Y esto es lo que les salió!

 

BAZINGA!

El "mundo" en 2 minutos (videos)

No sé bien cómo llegue a éstos videos, pero me parecieron muy interesantes de ver.

Algunos son medio "chorra", como dicen los españoles, pero, con una mirada entre bizarra e "internetera", está bueno "darse una vuelta" por el mundo, en videos de solo 2 minutos cada uno.
Estan realizados por la agencia de publicidad chilena Wokitoki.

A continuación, alguno de los más interesantes, pero si quieren ver más, vayan ACA, les aseguro que hay muuuuchos más.

Alemania

 

Turquia

 

Rusia

 

Brasil

 

Jamaica

 

Estados Unidos

 

Chile

 

México

 

España

 

Italia

 

y Argentina

 

Camionero nivel campeón de la cuadra

Mirando el frame del siguiente video, ya crees saber qué es elo que va a pasar no? Pués pasemos a mirarlo... Groso no?

El tractor más pistero que vas a ver

Los fierreros dan para todo. A un tractor, le pusieron un motor Volvo y miren lo que salió...

Gato saltador

Después del éxito musical del Gato volador, hemos dado con el gato que inspiró aquel "hitazo"... (¿?)


 

RedBull efecto dominó...

A RedBull la conocimos cuando sacó su bebida energética, pero desde hace un tiempo se la relaciona más con la esponsorización de deportes extremos.

 Está detrás de casi todos los eventos que tengan que ver con aventuras y riesgo.

 Hace un tiempo hicieron un video muy interesante con el llamado ¨Efecto Mariposa¨

 

Ahora han creado otro involucrando a varios de los deportistas que patrocinan. Muy bien producido e interesante donde participan varias de sus ¨figuras estelares¨...

 

Haciendo la cola...

El Comiket es una convención que se celebra dos veces al año en Tokio y que reúne a los mejores dibujantes de cómic. El evento congrega en tres días a más de 500.000 personas.

Las colas que hay te las puedes imaginar no?? Bueno... esto es Japón y allí todo es distinto a lo que estamos acostumbrados en occidente. Allí son civilizados y respetuosos, y eso prima ante todo lo demás.

Quiero éste IPad cervecero!

Estas en Munich, en pleno October Fest y te invitan con un vaso de cerveza tirada... desde un Ipad...



El truco lo realiza  Simon Pierro, un famoso mago alemán (a pesar del nombre).
Si queres ver más videos, acá te dejo un par, y su página por si queres cotratarlo (¿?) ACA


Como se hace un Boing 787

Busque en el blog y no lo encontré.. Me gustan tanto estos videos que pensé que ya lo habíamos posteado.

Gente con mucho tiempo al pedo III

Este Sr. utilizó 2600 globos en tres días de trabajo y mucha paciencia de sus hijos, para recrear el interior de una casa de un Hobbit...

Mucho tiempo al pedo, sin dudas!

 

Jodas 2 x 1

Para hacerles a tus amigos...

 


Transporte FAIL

Los hermanos macana, campeones de los Autos Locos!


Hace unos dias, mis hijos me preguntaron si podian ver los dibujitos que yo veia de chico (sin dudas, salvo excepciones, menos violentos y marketineros que los actuales).


Entre "Tom y Jerry", "La Pantera Rosa", "Bugs Bunny", "Los Picapiedras", "El Pato Lucas", "La Liga de la Justicia", "La Hormiga Atómica" y "El Correcaminos", entre otros, uno que no lo tengo permanentemente presente pero si recuerdo con las ganas que lo veia cuando "tocaba" eran "Los Autos Locos".


Me pregunté entonces, si alguien se habría tomado el trabajo de recopilar la estadística real de las carreras del famoso dibujito animado y si encontraba algunos datos interesantes sobre sus autos imposibles y sus personajes facilmente "ubicables hoy" (Ej: El profesor Locovich - Carlos "El Virrey" BIanchi).


Resulta que sí, y que la información estaba en Wikipedia. 


Así queda el podio histórico: primero los hermanos Macana, seguidos por el Troncoswagen y completa el Antihuella blindada. Obviamente cierra el listado el Super Ferrari Special de Pierre Nodoyuna y su fiel ladero Patán... sin puntos.












Aviones de verdad que parecen de papel...

Martin de Cargospotter ha creado este fascinante time-lapse que muestra el flujo constante de los aviones que aterrizan en una pista en particular en el aeropuerto Heathrow de Londres, el tercer aeropuerto más ocupado del mundo en términos de pasajeros.

 Las fotografías fijas capturadas por él se reproducen 17 veces más rápido que en tiempo real, haciendo que los aviones parezcan modelos a radio control flotando y balanceándose con la brisa.

 

La historia de la Tierra en 90 segundos

Ajustense sus cinturones

Si estas por volar, no mires el siguiente video" :P Una recopilacion de accidentes aereos que nos dejo el cine Hollywoodense...

Eterno Niemeyer

A pocos dias de cumplir 105 años de edad, posteo una nota que no es mia, pero me parecio genial como homenaje a este arquitecto imprescindible de la historia y a quien tuve el honor de ver y escuchar en mis años en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA.



Proyectaba con la férrea determinación de quien se sabe único. Dibujaba sus edificios con lujuria, imaginando cuerpos de mujer en virguerías estructurales de hormigón armado.
Carioca de nacimiento y de sentimiento, todo en su vida era excesivo: su talento para crear formas nuevas, su compromiso político, su atracción por el sexo opuesto, su aversión a subirse a un avión. Primer “hijo predilecto de Nueva York” al que se le vetó la entrada en EEUU, de él llegó a decir Fidel Castro que la próxima vez que lo dejara plantado mandaría un barco desde Cuba a buscarlo. Excelso representante de una profesión intoxicada por el ego propio, tuvo la desfachatez de construir la capital de su país natal, Brasil, cobrando un sueldo básico de funcionario. Y de compartir la autoría del proyecto ganador del concurso más importante de su época, el de las Naciones Unidas, después de haber salido vencedor por unanimidad. Maestro sin escuela, la trayectoria deÓscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907) es la quintaesencia de un país que lo eligió como estandarte y que acabó obligándolo a exiliarse. Verdadero poeta del hormigón armado, ese niño que realizaba dibujos imaginarios en el cielo acabó convirtiéndose en el arquitecto brasileño más importante del siglo XX.
Heredero de los principios compositivos y formales de la modernidad arquitectónica, un día tropezó con la línea curva y sembró el mundo de formas audaces. Saludado unánimemente como el creador más valiente de su generación, en su trabajo encontramos fantasía y rigor, ingenio y mesura, exceso y fundamento. Siempre con una prerrogativa irrenunciable: la búsqueda de la forma bella, atemporal, aspiración máxima ante la cual se supeditan función y contenido. Transcendiendo modas y estilos pasajeros que arrastraron a muchos de sus contemporáneos, la arquitectura de Niemeyer refleja la inocencia del creador que recela de los academicismos e impone la libertad del trazo natural ante la rigidez de la máquina de habitar de la arquitectura moderna europea. Más allá de consideraciones funcionales o de estilo, son la belleza como valor absoluto e irrenunciable y la sorpresa como elemento vehicular de la experiencia arquitectónica, los pilares sobre los que se asienta una trayectoria profesional que abarca ya más de siete décadas y cuatro continentes. Figura mayúscula en su país y referencia indiscutible para sucesivas generaciones de arquitectos, la vida y obra de Niemeyer evidencian un profundo compromiso con una manera muy personal de entender la arquitectura, la política y la vida.
Nacido en el seno de una familia acomodada de corte liberal, la educación del joven Niemeyer transcurrió entre los “sambas” del Río más bohemio y los pasillos de la Escuela de Bellas de la capital, lugar del que siempre afirmó que nunca aprendió gran cosa. Alumno aplicado, le tocó vivir el convulso período que se abrió en Brasil con la llegada a la Jefatura del Estado deGetúlio Vargas y al Decanato de la Escuela de Lucio Costa, figura que sería determinante en su carrera profesional. “Todo lo que sé de arquitectura, lo aprendí en el estudio de Lucio”. Este, por aquel entonces un reconocido arquitecto carioca, ejercía la profesión a caballo entre la arquitectura de inspiración colonial portuguesa y la nueva lógica racionalista del movimiento moderno. Aupado fugazmente a la dirección de la Escuela a comienzos de los años 30, en apenas un curso académico reorganizó la docencia y revolucionó la enseñanza, permitiendo la entrada en la Academia de ideas arquitectónicas de vanguardia. Niemeyer, a la postre primero de su promoción, entró a trabajar como delineante en el estudio de Costa y fue poco a poco participando de los mejores proyectos del estudio. Este aprendizaje, que comenzó cuando apenas cursaba 3º de carrera, resulta vital para entender lo rápido que aprehendió muchos de los conceptos arquitectónicos que más tarde serían fundamentales para el desarrollo de su personalísima arquitectura.
La llegada al poder de Vargas supuso la integración de diversos intelectuales de corte progresista en las diferentes estructuras del Estado. El más célebre fue Gustavo de Capanema, por entonces ministro del nuevo gobierno, que en 1935 encargó a Lucio Costa la elaboración del proyecto para el edifico del nuevo Ministerio de Educación y Salud en Río. Costa reunió un equipo de colaboradores jóvenes, y convocó a Le Corbusier, un arquitecto suizo que en 1923 había revolucionado el mundo académico con la publicación de su Vers une Architecture, un manifiesto en el que se abogaba por la necesidad de trascender los estilos arquitectónicos del pasado y se proponía la búsqueda de una nueva arquitectura contemporánea. Trece años después, la “arquitectura moderna”, fundamentada en sus cinco puntos fundacionales (planta libre, fachada libre, separación entre cerramiento y estructura, ventana corrida y cubierta ajardinada), periódicamente teorizada gracias a los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna) y sostenida en el ejemplo de grandes maestros como Alvar Aalto, Mies van der Rohe y el propio Le Corbusier; era ya una realidad.
El arquitecto suizo apenas permaneció en Brasil un mes y medio, dejando tras de sí una estela de propuestas y una profunda huella en el equipo redactor del proyecto. Especialmente en el miembro más joven de todos, un Niemeyer licenciado dos años antes que fue el encargado de acompañar al maestro durante toda su estadía en la capital. Así, fueron seis semanas de intenso aprendizaje durante las cuales no solo asimiló los códigos formales y compositivos del maestro suizo y los cinco puntos de la arquitectura moderna, sino que además pudo participar de su análisis de la realidad carioca, asomándose a las relaciones entre ser y entorno y entre edificio y territorio que dicho análisis planteaba. Muchos de esos conceptos ya le resultaban familiares después de casi un lustro en el estudio de Costa, pero fue entonces cuando el joven arquitecto brasileño los asimiló definitivamente. Tanto influyeron estas semanas en su formación que una vez que Le Corbusier se hubo ido, y tomando como referencia un dibujo dejado por el suizo, supo dibujar intuitivamente la propuesta definitiva para el Ministerio, mejorando cualquier solución presentada hasta entonces. En apenas un trozo de croquis —que hubo que ir a buscar a la calle porque un inseguro Niemeyer lo había desechado por la ventana—; este supo dibujar la solución definitiva del edificio, imponiendo su criterio y dejando atónitos al resto de miembros del equipo reunido por Costa. Un primer hito que ha sido siempre considerado como la primera piedra de su inabarcable carrera profesional.
El arquitecto suizo volvió a Europa dejando en Río un ejemplo y una praxis que influyeron decisivamente en la superación de la tradición formalista neocolonial que se propugnaba unos años antes desde la Escuela de Bellas Artes. La construcción del Ministerio abrió pues un periodo de esplendor sin precedentes para la arquitectura brasileña, propiciando la aparición de un nuevo estilo que no era sino la cristalización de los movimientos arquitectónicos de vanguardia de esos años, hasta entonces tímidos en sus planteamientos y minoritarios en su extensión. Algunos de los integrantes del equipo que reunió Costa (Niemeyer, ReidyVasconcellos…) acabaron siendo los abanderados de ese nuevo estilo, nacido de la síntesis de influencias extranjeras y de su combinación con elementos de la cultura local, que durante las tres décadas siguientes convirtió a Brasil en una de los focos arquitectónicos más interesantes a escala global.
A pesar de que Le Corbusier siempre lo negó, este intercambio arquitectónico no fue unilateral: tal y como afirmó años más tarde el socio ad eternum del suizo, Ozenfant, la arquitectura tardía del maestro suizo evidencia una poderosa influencia de las líneas sinuosas aprendidas de los arquitectos locales durante su estancia en Río.

Iglesia de São Francisco. en Pampulha (1940). Vista posterior, se aprecia el uso del hormigón armado y las líneas sinuosas.
De Pampulha a Brasilia, la afirmación de un lenguaje nuevo
Un año después del MES, Lucio Costa y Óscar Niemeyer viajan a Nueva York, esta vez en calidad de asociados, para la construcción del Pabellón de Brasil para la Feria Mundial. Considerada como una obra pionera, en el edificio ya se empiezan a vislumbrar rasgos y detalles que evidencian la aparición de esa nueva arquitectura moderna brasileña, apoyada en principios canónicos corbusieranos que, conjugados con nuevas formas de entender el carácter plástico de ciertos elementos arquitectónicos, le confieren un cariz singular. Además de constituir la primera obra construida en el extranjero, el Pabellón le valió a Niemeyer el primero de sus reconocimientos, una medalla al “Ciudadano de Honor” de Nueva York que le reconocía su aportación a la ciudad. Irónicamente, una condecoración tal no le impidió tener su entrada vetada durante décadas en los EEUU debido a sus posiciones políticas comunistas.
Es en 1940 y en el Conjunto Arquitectónico de Pampulha en el que podemos reconocer por primera vez el genio de un Niemeyer comprometido con la búsqueda de formas nuevas, con la apuesta por la belleza formal como idea generadora indiscutible de cualquier operación arquitectónica, independientemente de la función, el entorno y carácter de lo construido. El encargo consistía en una serie de dotaciones para una nueva área de ocio en la periferia de la ciudad de Belo Horizonte y contaba con un hotel, un casino, una sala de baile y una iglesia. Sin olvidar los conceptos básicos de proporción, orden, composición y correcta organización funcional asimilados previamente, se vale de las posibilidades constructivas del hormigón armado para imaginar una arquitectura de forma libre, única hasta ese momento. Aunque en el resto de los edificios del conjunto ya se adivina su intención de desarrollar su propio lenguaje formal, es en el último edificio del conjunto, la Capilla de San Francisco de Asís, donde Niemeyer da rienda suelta a su genio creativo, y crea la primera de las grandes formas arquitectónicas que le hicieron célebre. Edificio más interesante del conjunto, la Capilla constituye pues el manifiesto fundacional de una nueva forma de entender la arquitectura: más libre, más pura, más propia. “La forma bella encuentra en sí misma su propia justificativa”.
Apenas una década después de haberle servido de “chico de los lápices”, Le Corbusier convence a Niemeyer, convertido ya en una estrella emergente del panorama arquitectónico mundial, para que forme parte del equipo que presentará el suizo para el nuevo edificio de las Naciones Unidas, en Nueva York. El concurso, convocado en 1947 y coordinado por el arquitecto americano Wallace Harrison, pretendía reunir a lo más granado del panorama arquitectónico mundial, tal y como había sucedido 20 años antes en el concurso para la sede de la Sociedad de Naciones. El solar, ubicado a la orilla del Río Hudson, fue el lienzo en el que arquitectos venidos de todo el mundo compitieron por ser capaces de concebir un edificio a la altura de una institución como la ONU, ideada como símbolo universal del deseo de reconciliación de la posguerra.
Una vez en Nueva York el brasileño volvió a superar al maestro suizo. Obligado por los organizadores del concurso a desvincularse del equipo de Le Corbusier y a presentar una propuesta propia, Niemeyer elaboró en una semana (siempre tuvo especial habilidad para elaborar proyectos geniales durante sus noches en vela; el Casino de Pampulha fue otro magnífico ejemplo) un proyecto que, una vez presentado, fue automáticamente elegido por unanimidad. Propugnaba la creación de una gran Plaza de las Naciones Unidas alrededor de la cual se organizaban los elementos que integran el conjunto, y en la que la Asamblea General cobraba un papel importante, destacado, cerrando la Plaza por uno de sus lados. Un ejercicio compositivo claro y ordenado que confería al conjunto la importancia debida y que podemos considerar precursor de la Plaza de los Tres Poderes, construida en Brasilia tres lustros más tarde. Le Corbusier no aceptó la resolución del concurso y presionó en privado al arquitecto brasileño para imponer su solución, antagónica en su planteamiento: la Asamblea debía ocupar el centro del solar y alrededor de este gran edificio simbólico se organizaba el resto de los volúmenes. Resultaba una organización compositiva menos potente que la presentada por Niemeyer, que hacía desaparecer la Plaza de las Naciones Unidas. A pesar de haber sido escogida su propuesta y contra el criterio de la organización, este aceptó modificar su propuesta, elaborando al alimón con su antiguo maestro el proyecto definitivo, para muchos un trasunto descafeinado de la idónea solución proyectada al inicio por el ubicuo brasileño. “Es usted un hombre muy generoso”, llegaría a afirmar el viejo maestro suizo muchos años más tarde.
Uno de los aspectos más reconocibles de la poliédrica personalidad de Niemeyer fue su incombustible militancia en el seno del Partido Comunista Brasileño, al que se adhirió a comienzos de la década de los 40. Profundamente preocupado por la situación de los más desfavorecidos, el conflicto entre arquitectura y sociedad siempre fue uno de los temas más recurrentes en la obra del arquitecto carioca, que encontró en la política la vía para luchar contra esa realidad. Tan profundo y sincero era su compromiso con el ideal comunista que no era infrecuente que se celebraran reuniones y comités del PCB en el propio estudio de Niemeyer, que veía cómo paulatinamente se convertía en una de las figuras más populares de la intelectualidad brasileña de izquierdas.
En el Brasil efervescente de los años 40 y 50 apareció una generación de intelectuales (músicos, literatos, arquitectos) que se atrevió a imaginar un nuevo futuro para el país sudamericano a través de sus obras y que encontró en la figura de Óscar al paladín de ese espíritu renovador. A partir de los primeros años de la década de los 50 será cuando trasladó el optimismo vitalista de su arquitectura de formas nuevas a una escala urbana, primero en São Paulo y más adelante en Brasilia.
En la capital paulista Niemeyer continuó su investigación en materia de vivienda colectiva comenzada unos años antes con la construcción del edificio Niemeyer en Belo Horizonte, en el cual ya intenta adaptar sus líneas sinuosas de inspiración natural a las necesidades programáticas de un edificio de viviendas en altura. La cristalización de toda esta investigación es el edificio Copan, gigante singular que a modo de oasis de formas sinuosas destaca en medio del anodino desierto de rascacielos de hormigón que lo rodea. Obra de gran trascendencia en materia de vivienda, a pesar del orden racionalista que impone a las diferentes tipologías de vivienda, en su interior aparece ya un lenguaje de rampas y pasarelas interiores marca de la casa que, además de la fachada curva de potentes brisoleils, conferían al proyecto un carácter inédito. Convertido en una referencia indiscutible dentro del abigarrado skyline de la ciudad, aún hoy constituye uno de los edificios más interesantes de la capital paulista.

Edificio Copan (1957-1966) Fotografía de Horacio Fernández del Castillo.
Otra obra de gran importancia es el Parque de Ibirapuera, enorme espacio verde inserto en medio del delirante tejido urbano de São Paulo, que Niemeyer se encargará de dotar con edificios culturales y de exposición. Así, es en esta operación arquitectónica en la que evidencia el contraste entre los trazos precisos y formas geométricas claras de los diferentes edificios del conjunto y la línea curva entendida como gesto en el territorio, manifestada en la sinuosa marquesina de hormigón que recorre el parque y conecta los edificios entre sí.
De esta época destaca también la construcción de la Casa das Canoas (1953), residencia personal del arquitecto. Edificada en media de una vegetación exuberante, en mitad de las montañas de Río, la casa se desarrolla en dos partes: por un lado, un volumen semienterrado que acoge las partes privadas de la vivienda, y por otro una delicada cubierta sinuosa de hormigón blanco que enmarca una traslúcida planta baja y que es sostenida por unos pilares metálicos mínimos, que le confiere al conjunto una sensación de levitación en mitad de la naturaleza circundante. Hermoso ejemplo de esta síntesis entre modernidad arquitectónica y cultura local que caracterizaba al nuevo lenguaje arquitectónico que propugnaba Niemeyer, la Casa das Canoas recuerda a otras viviendas paradigmáticas del movimiento moderno. No lo entendió así Walter Gropius, arquitecto fundador de la racionalista escuela alemana de la Bauhaus, que afirmó que “la casa no era reproducible”. “Gropius no entendió nada”, escribió más tarde Niemeyer, furioso.
La consagración definitiva en su país llegará con la construcción de la nueva capital de Brasil. A instancias de su mentor político y amigo Juscelino Kubistchek, convertido entonces en el Presidente de la República (había sido anteriormente el alcalde de Belo Horizonte que le encargó Pampulha); el arquitecto carioca será el encargado de dar forma, función y contenido a los edificios institucionales de la nueva capital. Construir exnovo una nueva sede del Gobierno en mitad un terreno aislado, yermo y de difícil acceso en medio del Planalto Central constituyó una verdadera epopeya: se limpiaron terrenos, se desviaron ríos, se crearon lagos y se abrieron carreteras. Todo en aras de edificar, en apenas tres años, el símbolo que personificase el espíritu de la joven nación emergente. Si el proyecto para el plan urbano fue elegido a través de un concurso público, en el que prevaleció la opinión de Niemeyer a la hora de escoger al ganador —que no fue otro que su antiguo maestro Lucio Costa— a la hora de proyectar los diferentes edificios Niemeyer gozó de un poder omnímodo para crear una arquitectura que supiese conjugar las necesidades programáticas de una sede de gobierno con la monumentalidad y simbolismo exigidos a la nueva capital de la nación.
Brasilia constituyó la afirmación del Niemeyer más absoluto, un ejercicio arquitectónico sin precedentes que reveló el inmenso genio creativo de un arquitecto comprometido con la creación de una capital eterna. Comenzada en 1957 e inaugurada apenas tres años después, Brasilia constituyó un laboratorio de nuevas formas y tipologías que paulatinamente fueron dibujando un nuevo horizonte para el desolado centro del país. Así, además de edificios singulares de formas geométricas rotundas, reconocibles ejemplos de su personalísimo estilo, aparece aquí una nueva tipología que Niemeyer empleará, con variaciones, para los distintos palacios de gobiernos de la capital: un prisma de vidrio inserto en una caja estructural independiente. Con una organización formal análoga en casi todos los “Palacios”, en base a dos losas de hormigón blanco que enmarcan el prisma de vidrio, es en los pilares que sostienen la caja estructural donde se despliega toda la creatividad de Niemeyer y el talento de su equipo de ingenieros. Así, crean nuevas formas para esos elementos estructurales, formas que pronto se convertirían en uno de los símbolos de la capital. En palabras de André Malraux, “las columnas de los palacios de Brasilia constituyen la última evolución de los órdenes arquitectónicos iniciados en las columnas jónicas griegas”.

Congreso Nacional. Brasilia (1957-1960). Fotografía de Horacio Fernández del Castillo.
El trazado urbano de la capital se realizó en base al proyecto de Lucio Costa, que tendía dos grandes ejes urbanos sobre el territorio —uno Monumental, Este-Oeste, donde se ubican los edificios oficiales; y otro Norte-Sur, Residencial— donde encontramos las unidades habitacionales, organizadas en torno al concepto de Supermanzanas, conjuntos de bloques de viviendas que compartían entre ellas una dotación mínima de servicios sociales. En el extremo Este del Eje Monumental se ubica la Plaza de los Tres Poderes, gigantesco vacío urbano concebido a modo de plataforma de observación del paisaje arquitectónico que la circunda. Las sedes del Gobierno (Palacio de Planalto), del Parlamento (Congreso Nacional) y del Tribunal Supremo flanquean ese enorme espacio urbano y configuran un escenario arquitectónico superlativo, construido para glorificar el espíritu de los pioneros de esta nueva Tierra Prometida.
Mención especial entre los edificios de la capital merece la Catedral de Brasilia, construcción icónica a la que el profundamente ateo Niemeyer consiguió dotar de un carácter profundamente espiritual: un espacio circular de 70 metros de diámetro, accesible únicamente a través de un túnel subterráneo que conduce al interior, cerrado mediante unos nervios estructurales de sección hiperbólica que enmarcan e incorporan el infinito cielo azul infinito como cubierta celeste. Tan audaz fue el gesto estructural que se tardaron años en concebir un cerramiento vítreo que funcionase para cubrir un espacio de esas dimensiones.
Unos años antes de acometer la construcción de la capital brasileña había sido invitado a proyectar uno de los nuevos edificios del Hansaviertel, nuevo barrio de Berlín, en lo que fue una oportunidad no solo para construir por primera vez en el Viejo Mundo, sino también para poder visitar las principales urbes europeas y extraer valiosas conclusiones acerca de la arquitectura monumental y su inserción en el territorio: “aquellas obras que perduran mejor en el tiempo son aquellas de sensibilidad y poesía, más allá de las características funcionales y utilitarias”.
Exilio, divino tesoro
Año 1964, un golpe de estado sacude Brasil e instaura una dictadura militar que habría de mantenerse en el poder durante un cuarto de siglo. Niemeyer se encuentra en París cuando su estudio y las oficinas de su revista Módulo son arrasados, sus colaboradores arrestados y su reputación comprometida. Espantado, vuelve a Río a finales de ese año, y es llamado a declarar al día siguiente. “He sido siempre y continúo siendo un comunista convencido, apoyo totalmente la lucha del pueblo cubano a través de su comandante Fidel Castro”, le espetó al oficial que lo interrogaba para hacer constar cuáles eran sus inamovibles convicciones políticas. Su posición como arquitecto de la capital y la importancia de su figura allende los mares le valieron evitar la cárcel, pero paulatinamente fue siendo víctima de un hostigamiento generalizado por parte de las autoridades militares, que tenían por objetivo impedirle desarrollar con normalidad su actividad profesional. Tanta intensa era la presión y tan estrecha la vigilancia a la que le sometía el nuevo régimen que al final tomó la decisión de exiliarse en París.Sin saberlo, los militares me dieron una de las mayores oportunidades de mi vida: ejercer en el extranjero”,afirmaría unos años más tarde el arquitecto brasileño
Convidado por el entonces ministro de cultura, Jack Lang, tal era la dimensión de la figura del arquitecto brasileño que fue el propio Charles de Gaulle quien firmó el decreto especial que le permitió ejercer como arquitecto en suelo francés. Además de la posibilidad de continuar su carrera arquitectónica, su exilio voluntario en Francia le permitió participar de la intensa vida cultural de la capital francesa, dotándole de interlocutores de la talla de André Malraux o Jean-Paul Sartre y permitiéndole relacionarse con lo más granado de la intelectualidad francesa.
Entendido el medio en el que Niemeyer se instaló a su llegada a París, no es de extrañar que la primera obra de importancia que realizó fuese la Sede del Partido Comunista Francés, un primer encargo que le abrió las puertas de una Europa ávida de sus formas arquitectónicas de inspiración natural. Conjunto arquitectónico compuesto fundamentalmente por un bloque de oficinas y un gran auditorio, Niemeyer hará uso de su lenguaje arquitectónico para organizar las oficinas en un edificio en altura de planta sinuosa, con reminiscencias del Copán paulista, elevado sobre grandes pilares y bajo el cual se construye el auditorio semisubterráneo, cuya cúpula asomará sobre rasante. Un potente ejercicio formal que le valió una crítica favorable unánime. De hecho, años más tarde, el presidente Pompidou, a la hora de escoger los ganadores del concurso para el Centro Pompidou, afirmaría sin rubor que fue precisamente el edificio de su sede “lo único de valor que habían hecho jamás los del Partido Comunista”.
Los edificios más importantes de este período, además de la sede del PCF, no fueron sin embargo construidos en Francia: fue en Italia, primero, y en Argelia, después, donde Niemeyer demostró hasta qué punto eran audaces los planteamientos arquitectónicos que traía consigo.
La Sede de la Editorial Mondadori, a las afueras de Milán, fue el encargo europeo más notable. Destinado a albergar las oficinas y almacenes de la editorial, Niemeyer proyectó un edificio como dos aspas que se cruzaban, una parte subterránea y otra sobre rasante. La parte visible es un volumen paralelepipédico que constituye una variación sobre la tipología de los palacios de Brasilia y que recuerda enormemente al Palacio de Itamaraty de la capital brasileña. Aquí sin embargo se introdujo un juego de variaciones entre los pilares de hormigón que enmarcan el edificio y se modificó el esquema estructural del edificio, resultando en un edificio muy interesante.

Escalera principal. Palacio Itamaraty, Brasilia (1957-1960). Fotografía de Horacio Fernández del Castillo.
En una de sus visitas a la capital italiana Niemeyer recibió una invitación para dar una clase magistral en la Universidad de Yale. Como de costumbre, su visado fue denegado. “No se imaginan lo feliz que me hace que no me den el visado, caballeros. Es la prueba de que en 20 años no he cambiado, sigo siendo el mismo”, declaró el incorregible brasileño.
En Argelia, Niemeyer y su equipo tuvieron la oportunidad de realizar un campus universitario en la tercera ciudad del país, Constantine. Concebida inicialmente como un conjunto arquitectónico de más de 40 edificios, pronto se puso de manifiesto que la mejor manera de responder a las necesidades programáticas y condicionantes climáticos era reducir al máximo el número de edificios. El resultado es un conjunto de de aulas, oficinas, laboratorios y auditorio agrupados en unos pocos volúmenes alrededor de una gran plaza. Especialmente destacable es el edificio de las aulas, concebido como una gran viga en voladizo, una espectacular estructura de hormigón con vanos de 50 metros y voladizos de 25, un audaz gesto estructural resuelto, gracias a la pericia de su equipo brasileño de ingenieros, con un muro exterior de apenas 30 cm de espesor. Perfecto epílogo de este paréntesis internacional en la trayectoria del arquitecto carioca, la construcción de la Universidad de Constantine puso de manifiesto, en palabras del carioca, “que nada tenían ya que enseñarles ya a este lado del Atlántico”.
A pesar de todo este éxito internacional y del profundo respeto profesional que le profesaba una Europa ávida de su fantasía, Niemeyer añoraba profundamente su patria. Su exilio le permitía visitar con cierta frecuencia su ciudad natal, no tenía vetada la entrada en Brasil. Sin embargo, se resistía a ejercer la profesión en un ambiente que le era manifiestamente hostil: arrasados su estudio y la sede de su revista, suicidados, encarcelados o ejecutados muchos de sus antiguos amigos y colaboradores y confiscados muchos de los proyectos que tenía en curso en el momento del golpe militar, una vez en Francia el brasileño siempre desestimó volver y ejercer la profesión en connivencia con el régimen. Asistía expectante los acontecimientos políticos de su país, permanentemente en contacto sus compañeros mientras desarrollaba sus proyectos mediterráneos. Por ello, a pesar de la profunda nostalgia que impregnaba sus escritos en aquella época, no fue hasta la caída del régimen cuando decidió volver a instalarse en Río.
El regreso triunfal
Llega 1982, cae la dictadura y se convocan de nuevo elecciones democráticas en Brasil. El mejor embajador que nunca tuvieron las playas de Río, con apenas 75 años, volvía a recibir encargos y ganar concursos en la tierra que lo vio nacer. Es entonces cuando se pone de manifiesto que cuanto más años transcurrían, mayor era la creatividad que el arquitecto carioca desplegaba en sus edificios y más evidente era el talento que subyacía tras sus dibujos temblorosos.
Convertido ya en una figura mayúscula entre sus contemporáneos, es en esta década cuando enfrenta por primera vez en Brasil una realidad diferente a la de las obras anteriores: ya no se le piden solo grandes construcciones, sino también soluciones simples, alejadas de excesos formales de épocas pasadas y más ligadas a los problemas que experimentaba una población cada vez más empobrecida.
Ungido como nuevo gobernador de Río después de la dictadura, el izquierdista Brizola impulsó un ambicioso plan de escolarización de las clases más desfavorecidas. Asesorado por el antropólogo comunista Darcy Ribeiro, Brizola decidió la construcción de varios centenares de escuelas públicas y encontró en Niemeyer a su arquitecto. Denominados CIEPs (Centros Integrados de Educación Primaria), estos nuevos centros educativos aspiraban a dotar de una educación integral a un gran número de niños de las favelas a través de diferentes actividades. Así, estos centro contaban con gimnasio, biblioteca, consultorios médico y dentale, aulas, etc… Construidos en base a módulos de hormigón armado, constituyeron un interesante experimento de construcción prefabricada a gran escala. A pesar de haberse sido siempre profundamente contrario a construir nada con la etiqueta de “social”, especialmente en lo relativo a vivienda social —pues siempre había considerado que ese tipo de arquitectura evidenciaba una actitud paternalista inaceptable— Niemeyer se volcó con estas escuelas que poco a poco fueron apareciendo en los barrios más pobres de la capital carioca.
Además de los CIEPs, es también en Río donde construyó el archiconocido Sambódromo, una avenida sencilla flanqueada por graderíos y palcos por donde desfilan durante el carnaval las interminables comitivas de las escuelas de Samba. Un conjunto sencillo, sin grandes alardes, rematado por una gigantesca escultura de un tanga de mujer que evidencia el espíritu festivo de esta emblemática construcción.
En São Paulo continuó con la construcción de grandes conjuntos arquitectónicos. El Memorial de América Latina constituye un ejemplo de lo que ocurría siempre que coincidían el genio de Niemeyer, un presupuesto ilimitado y un apoyo político sin fisuras: un festín de formas geométricas y alardes estructurales en hormigón armado, en este caso dispuesto alrededor de una gran plaza que evoca y glorifica el sentimiento de pertenencia a la “nación latinoamericana”. Lo más notable del conjunto arquitectónico no serán sin embargo los edificios, algunos de ellos colosales, sino una gran escultura en forma de mano ensangrentada, símbolo dispuesto por Niemeyer como símbolo del “sufrimiento de un continente eternamente subyugado”.
Y, por supuesto, fue en Brasilia donde continuó su obra, interrumpida durante su exilio. Un edificio, el Memorial construido para honrar la memoria de su antiguo amigo, el expresidente Juscelino Kubistchek, es de las obras más simbólicas de las edificadas en este. Ubicado al Este del Eje Monumental, en una posición opuesta a la Plaza de los Tres Poderes, contituye un grandioso sepelio semisubterráneo para el constructor de la nueva capital. Una vez más, no es la arquitectura lo más destacable del conjunto, sino la escultura, que Niemeyer utiliza como vehículo simbólico para transmitir sus ideas. Así, una altísima columna se ubica a la entrada del Memorial, y sostiene una enorme escultura en bronce del expresidente, protegido por una semicáscara de hormigón a modo de hoz comunista. Un gesto simbólico atrevido, construido a la mayor gloria de una de las figuras más controvertidas de la historia de Brasil.

Museo Brasilia (2006). Fotografía de Horacio Fernández del Castillo.
Además del Memorial, Brasilia fue también escenario de la construcción del Centro Cultural Banco do Brasil, el Teatro Municipal, y más tarde, el Museo y la Biblioteca: toda una serie de edificios que mantenían los principios estéticos de la arquitectura de Niemeyer (prioridad de la forma bella y sorprendente, hormigón armado, grandes esfuerzos estructurales) y que paulatinamente fueron completando el paisaje marciano proyectado para la capital hace ya más de cinco décadas.
Las últimas dos décadas de vida de Niemeyer abarcan la producción de algunos de sus mejores edificios. Sin una figura arquitectónica que pudiese hacerle sombra, el nonagenario arquitecto sigue haciendo gala de una extraordinaria pulsión creativa y firma algunos de sus mejores edificios, que han contribuido a agrandar todavía más su leyenda.
El Museo de Arte de Niterói (1991) es un ejemplo más de su inabarcable talento. Concebido casi como una gran pieza escultórica, desafía orgulloso a la gravedad encima de un peñasco rocoso en un emplazamiento elegido por él mismo al otro lado de la Bahía de Guanábara, enfrente de Río de Janeiro. Edificio irrepetible, el edificio constituye un catálogo de principios arquitectónicos niemeyerianos. Tan grande fue su éxito que pronto se convirtió en el principal reclamo turístico de una anodina ciudad industrial como Niterói, dando origen a un conjunto arquitectónico posterior, el Camino Niemeyer, que rinde culto su figura.
Y al fin, es en Curitiba donde construye otra obra imprescindible, el Centro de Arte Óscar Niemeyer (2002). Está compuesto por un volumen paralelepipédico, que recuerda al edificio docente de la Universidad Constantine; al que se le añade un gran volumen en forma de ojo que alberga la sala de exposiciones principal. De nuevo una investigación formal para el catálogo de soluciones del maestro carioca, y de nuevo una forma emblemática rápidamente adoptada como símbolo de una ciudad.
Y por último, en São Paulo, donde volverá a construir para completar el conjunto arquitectónico del Parque Ibirapuera, con la construcción del Auditorio (2002), un rotundo y puro volumen de hormigón blanco que utiliza la naturaleza como trasfondo para la caja escénica.

Memorial JK. (1981), Brasilia. Fotografía de Horacio Fernández del Castillo.
Eterna militancia
Después de haber sido vilipendiado durante décadas por parte de la crítica arquitectónica internacional, especialmente en la década de los 70, como ejemplo de una arquitectura superficial y fatua, es en estos últimos 20 años cuando se produce la recuperación del prestigio del creador carioca. A partir del final de los años 80, cuando colapsa el postmodernismo y se revisa el legado de la arquitectura moderna, es cuando se empieza a asumir la magnitud de la obra de este centenario arquitecto. Poco dado a los reconocimientos, los ha recibido todos: Premio Pritzker (1989), Príncipe de Asturias de las Artes (1989), Elegido Mejor Arquitecto Brasileño del siglo XX, y una infinitud de premios menores que evidencian la dimensión universal de su figura.
En la actualidad, Niemeyer sigue proyectando. Es, a sus casi 105 años, el proyectista con el mayor volumen de obra construida de la historia. El Conjunto Niemeyer de Niterói (2001), el Pabellón para la Serpentine Gallery en Londres (2003) o el Centro Niemeyer, en Avilés (2011), son algunas de sus últimas obras construidas, y demuestran que su genio creativo todavía da muestras de un vigor excepcional.
Y sin embargo, “nada de todo esto es importante” (sic). No son exclusivamente su obra, su trayectoria o sus reconocimientos los que confieren a Óscar Niemeyer su estatus de leyenda viva. Todos aquellos que se acercan a la figura de este arquitecto entienden que la grandeza de su obra es secundaria frente a la magnitud del personaje, que cualquier logro profesional se ve empequeñecido por el carácter singular de una personalidad fascinante. “Uno de esos genios que nacen cada dos o tres siglos”, que diría Leonard Cohen.
Más allá de ser el último gran exponente una generación de arquitectos, la del Movimiento Moderno, que cambió los derroteros de la arquitectura mundial; más allá de lo universal de su obra, esparcida por cuatro continentes, y más importante que haber sido capaz de edificar una nueva capital en menos de tres años; más allá de cualquier logro profesional, queda la grandeza del individuo que ha conseguido lo más difícil: ser fiel, honesto y coherente durante toda su trayectoria vital. A sí mismo, a sus amigos, a su arquitectura.
La figura de Niemeyer es muy querida en su Brasil natal, y eso es consecuencia no tanto por el prestigio asociado a la dimensión de su obra, sino muy especialmente por su actitud frente a los problemas de su país. Eterno militante, estuvo siempre dispuesto a defender sus principios (vitales, políticos y arquitectónicos) independientemente de sus circunstancias personales, , lo que le ha granjeado el respeto y la admiración de todos cuantos lo han conocido.
Incontables ejemplos evidencian el carácter indomable de una figura irrepetible:
Como cuando amenazó con dimitir de sus responsabilidades en Brasilia y perder la posibilidad de participar de su construcción si se anulaba el fallo del concurso para el plan urbanístico, en el que se había impuesto su antiguo mentor Lucio Costa.
Como cuando renunció a cobrar una comisión por cada edificio construido en Brasilia, y escogió conformarse con un sueldo básico de funcionario si con ello se le permitía elegir a su equipo de colaboradores. Así, una docena de amigos suyos, que malvivían en Río “que estaban en la mierda” (sic)—, entre ellos un abogado, un jardinero y un portero de fútbol del Flamengo; fueron contratados para trabajar en la construcción de la capital.
O como cuando, arrestado por la policía política antes de su exilio voluntario, no solo confirmó su militancia comunista, sino que además exigió que se tomara nota de cuáles eran sus mejores amigos, todos ellos conocidos comunistas perseguidos por el régimen.
O como cuando se levantó de la mesa que ocupaba en su restaurante favorito y propinó un puñetazo épico a un hombre 40 años menor que lo provocaba desde una mesa cercana, propiciando que el propio gobernador de Río se personase en el lugar para acompañarle a casa.
O, simplemente, como aquel día en el que se escapó de casa a los 99 años para casarse con su actual mujer, una jovencita de 66.
Además del sinfín de actos y reconocimientos que le fueron dedicados en 2007 con motivo de su centésimo cumpleaños, la televisión pública elaboró un documental acerca de la trayectoria de este brasileño universal. Preguntado entonces sobre cuál era el sentido último de la vida, un centenario Niemeyer respondió lacónico:
O importante é mulher, não é? O resto é só brincadeira”.
Óscar Niemeyer, genio y figura.
Se cuida aí, maestro.


Lo saque de Jot Down, una muy buena pagina. 

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