30 de Febrero?

Si bien cualquiera podría discutir que todas las jornadas son únicas e irrepetibles, hoy es un día especial. Es 29 de febrero, la yapa que nos regala el calendario cada cuatro años, un “quedate con el vuelto” que vale la pena aprovechar. Y no quería dejar pasar esta fecha así nomás, así que refloté la sección Guía Intriga -una de mis favoritas, pero que me lleva mucho tiempo- para contar cosas sobre esta fecha.
Además, hoy voy a tuitear en @capitanintriga datos raros a cada vez que el reloj marque “29 minutos”
¿Por qué hay años bisiestos?
Los año bisiesto fueron la solución que se encontró a la incongruencia entre el año calendario y el año solar. Se supone que el año calendario recoge el período de tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol. En nuestras agendas esto es 365 días. Sin embargo, el cálculo verdadero es 365 días y un poquito más de cuarto.
Esos 0.25 días adicionales se van acumulando al cabo de 4 años suman un día completo adicional. Por convención, entonces, los años con cifras divisibles entre 4 (2004, 2008 y 2012, por ejemplo) tienen un día adicional.
¿Por qué 29 de febrero y no otro día?
En realidad, originalmente era el 24 de febrero, que se contaba dos veces cada año bisiesto. O sea, había dos 24 de febrero en esos años. Pero resultó ser una solución pesadillesca, así que se decidió agregar un día extra y único al mes más cortito.
Entonces, ¿nunca hubo un 30 de febrero?
Mmmm… en realidad sí. Tres veces a lo largo de toda la historia existieron los 30 de febrero. Ojo, sólo pasó en determinados países.
Suecia siguió por más tiempo el calendario juliano que el resto del mundo. Pero cerca del año 1700 debió acomodarse y buscó adoptarse paulatinamente el calendario gregoriano. Para ello, fue omitiendo días cada año y en 1712 terminó optando por tener dos días bisiestos. Fue entonces que el año tuvo un 30 de febrero y en 1753 abrazó por completo el tiempo del mundo.
En 1929, la Unión Soviética introdujo un calendario revolucionario en que cada mes tenía 30 días y los cinco o seis días restantes eran fiestas que no pertenecían a ningún mes. En 1930 y 1931, hubo un 30 de febrero en la URSS, pero en 1932 los meses volvieron a ser los de antes.
¿Y un 31 de febrero? ¿Hubo alguna vez?
No, nunca hubo un 31 de febrero.
O sea que todos los años divisibles por cuatro son bisiestos…
Eeeeeh… no. En realidad el año no dura exactamente 365.25 días, sino 365.242216 días. Esta pequeñísima diferencia acumula un error adicional a través de los siglos, que se repara con una regla bastante extraordinaria. De todos los años divisibles entre 100, ninguno es bisiesto a excepción de los que son divisibles entre 400. Así, por ejemplo, 2000 sí fue un año bisiesto. Todavía tenemos más de 80 años para que eso vuelva a pasar (planeo estar vivo para comprobarlo).
¿Si nací un 29 de febrero sos especial?
Todas las películas de Disney nos enseñaron que todos somos especiales. Y Lady Gaga canta que Dios no comete errores y que naciste de esa manera. O sea que si tenés un brazo más corto que el otro o no podés aprender a atarte los cordones, no es que hayas nacido un 29 de febrero, sino que es culpa de Lady Gaga.
¿Y por qué se llama “bisiesto”?
Una leyenda popular dice que en los años bisiestos se pueden dormir dos siestas diarias. Pero es mentira, es el nombre dado al día adicional en el año, que como les conté hace un ratito originalmente era el 24 de Febrero. Este día, según el calendario romano, era el “sexto día antes del Calendas de Marzo”. Como era un día adicional, era el día bi-sexto, que después se volvió bisiesto, ¿sentiende?
¿Desde cuándo hay años bisiestos?
Ya calendario Juliano -establecido por Julio César en el año 45 DC- agregaba un día adicional cada 4 años, pero no tenía en cuenta el pequeño error adicional de 0.007784 días cada año. Esta cosita minúscula hizo que para el siglo XVI, el año calendario estaba “corrido” 11 días del año estelar y la Pascua ya no coincidía con las fechas históricamente correctas.
Después de que se estudiara y analizara bien el caso, en 1582 el Papa Gregorio XIII ordenó adelantar el calendario oficial por 11 días, para compensar el error acumulado hasta ese momento y estableció la regla adicional de los años divisibles entre 100 y 400.
Con todos estos cambios, ¿ahora estamos seguros de que nuestro calendario es correcto?
¡No! El calendario Gregoriano hace que cada año tenga 365.2425 días pero un año solar tiene 365.242216 días. Esto es una diferencia de 0.000284 días o -lo que es casi lo mismo- 24.25 segundos cada año. Así que hay un error de un día completo cada tres mil años. Eso sí que no sé si voy a estar vivo para ver.
Este posteo es un burdo Copy Pastle del blog Son Cosas Mías !, pero me pareció tan bueno el topic, que lo copie!

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