Esto lo saben bien las empresas de comidas rápidas, que activan esta debilidad de muchos de los humanos (y no humanos), y nos tientan con rebozantes hamburguesas repletas de aderezos, quesos, con medio kilo de carne dorada y un pan esponjoso y crocante que nos hace babear mientras esperamos la cola de la caja (que siempre es de 5 minutos... vieron?)
Un tal Dario, fotógrafo profesional, tuvo la idea (bahh la llevó a cabo mejor que todos nosotros) y comparó las fotografias de las marquesinas de los McD y BKing, con los originales comprados ahí mismo.
Acá los resultados...
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