Mc Donald's grabó un video en el que explica por qué las hamburguesas que se sirven en sus locales no son tan apetitosas, al menos visualmente, como las que aparecen reflejadas en los carteles de los combos.
Hope Bagozzi, directora de Marketing de McDonald's en Canadá, protagoniza un video en el que responde a la pregunta de una clienta llamada Isabel: "¿Por qué la comida tiene una apariencia distinta en los anuncios y en las tiendas?"
La hamburguesa comprada es bastante más pequeña: "Al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan".
El vídeo está en inglés, pero es gráfico para los que no entiendan.
Como explica The Daily Mail, la directora de Marketing compra una hamburguesa en una tienda y se la lleva al estudio de fotos en el que se suelen hacer las imágenes de las campañas publicitarias. Y allí empieza el espectáculo.
La hamburguesa comprada es bastante más pequeña: "Al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan".
La creada para los anuncios es más grande, jugosa, y muestra todos los ingredientes por los bordes (queso, pepinillo, cebolla, mostaza y kétchup). Esto se debe a un auténtico proceso creativo, con programa de retoque de imágenes incluido.
"Esa hamburguesa (la de la tienda) se cocinó en un minuto, más o menos. El proceso que seguimos en un rodaje normal suele durar horas", aclara la trabajadora de McDonald's.
En el video, Bagozzi recalca que las hamburguesas que se muestran en los anuncios siempre se cocinan con los mismos ingredientes que hay disponibles en la tienda.
La diferencia principal es que en los restaurantes no colocan los ingredientes para la foto ni derriten el queso ni inyectan tomate con una jeringa. Ni, por supuesto, retocan la comida con un programa informático para eliminar posibles defectos.
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