¿Te preguntaste alguna vez por qué son tan caros los lentes fotográficos?
En el caso de los buenos, como los lentes Leica que te vamos a mostrar hoy, es, en resumen, porque se hacen individualmente a mano en un proceso prácticamente artesanal, y en una única fábrica ubicada en Solms, Alemania.
En una época en la que los procesos de fabricación en serie totalmente mecanizados ofrecen productos como churros (por la cantidad de unidades fabricadas) en Leica siguen apostando por las manualidades como demuestra el vídeo que ponemos abajo.
Manos extremadamente hábiles de técnicos muy entrenados y con gran experiencia son las responsables de que nuestras fotografías recojan fielmente la realidad.
Como podemos ver, un meticuloso proceso comienza con 100 tipos distintos de cristales ópticos que tienen que superar hasta 60 rigurosos controles de calidad en un proceso con más de 30 pasos y un acabado final a mano. Previamente a recibir una capa antireflectiva se someten las lentes a una limpieza por ultrasonidos antes de realizarle diversas inscripciones identificativas a mano.
La lente se ubica en la óptica también a mano por un profesional de gran experiencia, en un conjunto final de más de 100 piezas únicas.
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