Atrapame ésta!

David Coulthard, ex piloto de Formula 1, atrapando una pelotita de golf en un Mercedes SLS AMG Roadster a más de 285 km/h...

 

Viviendo con un oso polar...

Mark Dumas es un canadiense de 60 años, y es uno de los pocos hombres en el mundo capaz de convivir con el predador terrestre de mayor tamaño sobre la Tierra.
Vive en Abbostford, Canadá y está autorizado por la comuna de su ciudad para tenerlo viviendo en su jardín.





Más allá de todas las condiciones de seguridad que debe cumplir para con sus vecinos, el amigable oso de 16 años de edad, convive con él y su mujer desde pequeño pero no por eso dejó de tener sus instintos cazadores. 
Come 10 kilos de carne de res por día, y el estómago lleno es una de las razones por las cuales este tipo de osos se vuelven amigables, hasta para darse un baño en la piscina dicen sus dueños mientras lo observan jugar en la piscina como un niño.




Mark entrenó a Agee, tal su nombre, y lo hizo participar en películas y documentales sobre estos animales.




Acá un video de ellos jugando.


Un lindo paseito para compartir con tu hija

En muchas atracciones de los parques de diversiones, se puso de moda venderte la filmación de tu viaje, para que "pavonees" delante de tus amigos con la prueba de haberte animado a subir... Bueno, lo que le pasó a Steve Fuehne, de Tenessee no es precisamente para agrandarse con sus amigos, pero sí, a la hija al menos parece que le gustó y le quedó un buen recuerdo...

Desde nuestra sección: hágalo Ud. mismo!

Dos buenas ideas, para empezar ahora a construirlos y llegar preparado para el veranito que se viene...

(Faltan apenas 6 meses!)


 

Photoshop nivel dios!

El autor del siguiente vídeo se llama Alexander Koshelkov, según su perfil de Facebook, es bielorruso, diseñador gráfico y trabaja en San Diego, California.

Trabajó en el wall paper final 4:17 horas, y utilizó un total de 244 layers

  Si queres bajarte el Wall Paper, hacé click acá

Se acuerdan de Matt?

Se acuerdan de Matt? ese canadiense que grababa un videito con un simpático bailecito por todos los lugares emblemáticos del mundo por donde andaba?

Bueno, parece que volvió...

En el 2012, se profesionalizó un poco, consiguió bastantes más amigos que se sumen a sus bailes, claro, ya es mucho más conocido y en su página web se fueron sumando muchos, muchos, a tal punto que hicieron este genial video muy bien editado!

 

La verdad de las hamburguesas de Mc Donald's

Mc Donald's grabó un video en el que explica por qué las hamburguesas que se sirven en sus locales no son tan apetitosas, al menos visualmente, como las que aparecen reflejadas en los carteles de los combos.
Hope Bagozzi, directora de Marketing de McDonald's en Canadá, protagoniza un video en el que responde a la pregunta de una clienta llamada Isabel: "¿Por qué la comida tiene una apariencia distinta en los anuncios y en las tiendas?"
La hamburguesa comprada es bastante más pequeña: "Al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan".

El vídeo está en inglés, pero es gráfico para los que no entiendan.

 

Como explica The Daily Mail, la directora de Marketing compra una hamburguesa en una tienda y se la lleva al estudio de fotos en el que se suelen hacer las imágenes de las campañas publicitarias. Y allí empieza el espectáculo. 
La hamburguesa comprada es bastante más pequeña: "Al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan". La creada para los anuncios es más grande, jugosa, y muestra todos los ingredientes por los bordes (queso, pepinillo, cebolla, mostaza y kétchup). Esto se debe a un auténtico proceso creativo, con programa de retoque de imágenes incluido.
"Esa hamburguesa (la de la tienda) se cocinó en un minuto, más o menos. El proceso que seguimos en un rodaje normal suele durar horas", aclara la trabajadora de McDonald's.
En el video, Bagozzi recalca que las hamburguesas que se muestran en los anuncios siempre se cocinan con los mismos ingredientes que hay disponibles en la tienda.
La diferencia principal es que en los restaurantes no colocan los ingredientes para la foto ni derriten el queso ni inyectan tomate con una jeringa. Ni, por supuesto, retocan la comida con un programa informático para eliminar posibles defectos.

Bajando un glaciar en Mountainbike

El siguiente vídeo son poco más de 10 minutos de pura adrenalina.

El biker suizo Andreas Tschanz, puso su CamPro sujeta al casco y grabó la adrenalínica bajada del glaciar Saas Fee, a una velocidad promedio de 68km/h y con una máxima de 124km/h.



  

Quién se lleva la peor parte?

claramente, el camarógrafo...

50 maneras de dar una cerveza

Campos de energia

En Yeosu, Corea del Sur hay una exposición mundial con varios pabellones, pero sin duda el mejor es el que se llama Energy Field, simula a un campo de arroz con 380 tubos de un tamaño de 18 metros, si se ve de día pareciera que no tienen nada especial, lo espectacular se ve de noche cuando los tubos se encienden y producen figuras con luz que sale de cada tubo.


campo
campos
campo
 Además es interactivo, tocas el tubo y reacciona de una manera distinta, pero para que me entiendan mejor vean el video, acá más datos de los artistas y creadores de esto

 

Cuánto tardan en caer al piso las gotas de lluvia?

Una gota de lluvia de 5 mm de diámetro que cae desde una nube a 1.800 metros de altitud tarda en llegar al suelo unos 4 minutos y medio.
Esto se debe por un lado a su forma, peso y a la resistencia al avance que opone la atmósfera – frente a la atracción gravitatoria que es la que propicia el inevitable descenso.
El dato no es exacto pues influyen muchos factores, incluyendo la velocidad, dirección y fuerza de los de los vientos principalmente o la densidad del aire; Newton fue el primero en obtener una aproximación teniendo en cuenta todos estos factores.




Yo lo saqué de Microsiervos y me gustó tanto que lo guardé acá.

Puerta automática... FAIL

Quién me ha tocado el culo?

No solo la policía debe esmerarse en esta Eurocopa... Los encargados de cubrir las noticias también deben armarse de valor y paciencia.
Como ejemplo esta periodista ucraniana que pretendía informar sobre la marea naranja de aficionados holandeses...

 

En un karting a 160km/h

Si vos crees que el automovilismo es peligroso, uno de los extremos de esa actividad, es el karting... donde no solo levantas velocidades espeluznantes sentados a 3 cm del suelo, sino que no tiene más chasis que tu cuerpo...

El paragolpes sos vos?  :P

 

Video del cielo nocturno

Qué dijo video, VIDEAZO!!!

 

El Rambo turco

Si conocemos algo del cine coreano de acción, sabemos que las escenas de ninjas, se roban la atención.

Pero los indúes, y los turcos no se quieren quedar atrás, en el campeonato de personajes frikis de películas bizarras... sino, mirén la siguiente escena.

El RAMBO, de Turquía.
 

Incluso está hablada en inglés. Claramente quieren copar el mercado de Hollywood  :P

La señal del celular en tu zona

Si queres saber cuales son los lugares con mejores y peores señales de celular, chequeá este mapa.

http://opensignalmaps.com/

Tren Vs Nieve



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Messi es un perro, por Hernán Casciari

Ayer, el gran Hernán Casciari me deslumbró con otro de sus relatos. Me volvió a deslumbrar, mejor dicho, porque hablaba, con esa simpleza tan de esquina, donde unía algunas de mis pasiones.
Una, el fútbol y otra el gran Lio Messi.
 Hernán escribió lo siguiente, que quiero dejarlo acá, a modo de tenerlo siempre a mano, cuando necesite una relectura.

 Messi es un perro 

 Escribí esto hace dos o tres meses. Pero bien podía haberlo escrito el sábado a la noche, después del cuatro a tres contra Brasil.
Esta reflexión apareció en las páginas 128 y 129 de la revista Orsai número seis y, desde que se publicó, me moría de ganas de ponerla en el blog, de contrabando. Solamente esperaba el momento oportuno para que cada palabra tuviera, otra vez, el apoyo de lo inmediato. Y hoy es buen momento. Me reafirmo, entonces, en la teoría del hombre perro.
El texto empezaba así:
La respuesta rápida es por mi hija, por mi esposa, porque tengo una familia catalana. Pero si me preguntan en serio por qué sigo acá, en Barcelona, en estas épocas horribles y aburridas, es porque estoy a cuarenta minutos en tren del mejor fútbol de la historia. Quiero decir: si mi esposa y mi hija decidieran irse a vivir a Argentina ahora mismo, yo me divorciaría y me quedaría acá por lo menos hasta la final de la Champions. Y es que nunca se vio algo parecido adentro de una cancha de fútbol, en ninguna época, y es muy posible que no ocurra más. Es verdad, estoy escribiendo en caliente.
Redacto esto la misma semana en que Messi hizo tres para Argentina, cinco para el Barça en Champions y dos para el Barça en Liga. Diez goles en tres partidos de tres competiciones diferentes. La prensa catalana no habla de otra cosa. Durante un rato, la crisis económica no es el tema de inicio en los noticieros. Internet explota. Y en medio de todo esto a mí me acaba de pasar por la cabeza una teoría extraña, muy difícil de explicar. Justamente por eso intentaré escribirla, a ver si termino de darle vuelo. Todo empezó esta mañana: estoy mirando sin parar goles de Messi en Youtube, lo hago con culpa porque estoy en mitad del cierre de la revista número seis. No debería estar haciendo esto. De casualidad hago clic en una compilación de fragmentos que no había visto antes. Pienso que es un video más de miles, pero enseguida veo que no. No son goles de Messi, ni sus mejores jugadas, ni sus asistencias.
Es un compilado extraño: el video muestra cientos de imágenes —de dos a tres segundos cada una— en las que Messi recibe faltas muy fuertes y no se cae. No se tira ni se queja. No busca con astucia el tiro libre directo ni el penal. En cada fotograma, él sigue con los ojos en la pelota mientras encuentra equilibrio. Hace esfuerzos inhumanos para que aquello que le hicieron no sea falta, ni sea tampoco amarilla para el defensor contrario. Son muchísimos pedacitos de patadas feroces, de obstrucciones, de pisotones y trampas, de zancadillas y agarrones traicioneros; nunca las había visto a todas juntas. Él va con la pelota y recibe un guadañazo en la tibia, pero sigue. Le pegan en los talones: trastabilla y sigue. Lo agarran de la camiseta: se revuelve, zafa, y sigue. Me quedé, de repente, atónito, porque algo me resultaba familiar en esas imágenes. Puse cada fragmento en cámara lenta y entendí que los ojos de Messi están siempre concentrados en la pelota, pero no en el fútbol ni en el contexto.
El fútbol actual tiene una reglamentación muy clara por la que, muchas veces, caer al suelo es asegurar un penal, o conseguir que se amoneste al zaguero contrario es propicio para futuros contragolpes. En estos fragmentos, Messi parece no entender nada sobre el fútbol ni sobre la oportunidad. Se lo ve como en trance, hipnotizado; solamente desea la pelota dentro del arco contrario, no le importa el deporte ni el resultado ni la legislación. Hay que mirarle bien los ojos para comprender esto: los pone estrábicos, como si le costara leer un subtítulo; enfoca el balón y no lo pierde de vista ni aunque lo apuñalen. ¿Dónde había visto yo esa mirada antes? ¿En quién?
Me resultaba conocido ese gesto de introspección desmedida. Dejé el video en pausa. Hice zoom en sus ojos. Y entonces lo recordé: eran los ojos de Totín cuando perdía la razón por la esponja.
 Yo tenía un perro en la infancia que se llamaba Totín. Nada lo conmovía. No era un perro inteligente. Entraban ladrones y él los miraba llevarse el televisor. Sonaba el timbre y no parecía oírlo. Yo vomitaba y él no venía a lamer. Sin embargo, cuando alguien (mi madre, mi hermana, yo mismo) agarraba una esponja —una determinada esponja amarilla de lavar los platos— Totín enloquecía. Quería esa esponja más que nada en el mundo, moría por llevarse ese rectángulo amarillo a la cucha. Yo se la mostraba en mi mano derecha y él la enfocaba. Yo la movía de un lado a otro y él nunca dejaba de mirarla. No podía dejar de mirarla. No importaba a qué velocidad moviera yo la esponja: el cogote de Totín se trasladaba idéntico por el aire. Sus ojos se volvían japoneses, atentos, intelectuales. Como los ojos de Messi, que dejan de ser los de un preadolescente atolondrado y, por una fracción de segundo, se convierten en la mirada escrutadora de Sherlock Holmes. Descubrí esta tarde, mirando ese video, que Messi es un perro. O un hombre perro.
Esa es mi teoría, lamento que hayan llegado hasta acá con mejores expectativas. Messi es el primer perro que juega al fútbol. Tiene mucho sentido que no comprenda las reglas. Los perros no fingen zancadillas cuando ven venir un Citroën, no se quejan con el árbitro cuando se les escapa un gato por la medianera, no buscan que le saquen doble amarilla al sodero. En los inicios del fútbol los humanos también eran así. Iban detrás de la pelota y nada más: no existían las tarjetas de colores, ni la posición adelantada, ni la suspensión después de cinco amarillas, ni los goles de visitante valían doble. Antes se jugaba como juegan Messi y Totín. Después el fútbol se volvió muy raro.
Ahora mismo, en este tiempo, a todo el mundo parece interesarle más la burocracia del deporte, sus leyes. Después de un partido importante, se habla una semana entera de legislación. ¿Se hizo amonestar Juan exprofeso para saltarse el siguiente partido y jugar el clásico? ¿Fingió realmente Pedro la falta dentro del área? ¿Dejarán jugar a Pancho acogiéndose a la cláusula 208 que indica que Ernesto está jugando el Sub-17? ¿El técnico local mandó a regar demasiado el césped para que los visitantes patinen y se rompan el cráneo? ¿Desaparecieron los recogepelotas cuando el partido se puso dos a uno, y volvieron a aparecer cuando se puso dos a dos? ¿Apelará el club la doble amarilla de Paco en el Tribunal Deportivo? ¿Descontó correctamente el árbitro los minutos que perdió Ricardo por protestar la sanción que recibió Ignacio a causa de la pérdida de tiempo de Luis al hacer el lateral? No señor. Los perros no escuchan la radio, no leen la prensa deportiva, no entienden si un partido es amistoso e intrascendente o una final de copa. Los perros quieren llevarse siempre la esponja a la cucha, aunque estén muertos de sueño o los estén matando las garrapatas. Messi es un perro.
Bate records de otras épocas porque solo hasta los años cincuenta jugaron al fútbol los hombres perro.
Después la FIFA nos invitó a todos a hablar de leyes y de artículos, y nos olvidamos que lo importante era la esponja. Y entonces un día aparece un chico enfermo. Como en su día un mono enfermo se mantuvo erguido y empezó la historia del hombre. Esta vez ha sido un chico rosarino con capacidades diferentes. Inhabilitado para decir dos frases seguidas, visiblemente antisocial, incapaz de casi todo lo relacionado con la picaresca humana. Pero con un talento asombroso para mantener en su poder algo redondo e inflado y llevarlo hasta un tejido de red al final de una llanura verde. Si lo dejaran, no haría otra cosa. Llevar esa esfera blanca a los tres palos todo el tiempo, como Sísifo.
Una y otra vez. Guardiola dijo, después de los cinco goles en un solo partido: —El día que él quiera hará seis. No fue un elogio, fue la expresión objetiva del síntoma. Lionel Messi es un enfermo. Es una enfermedad rara que me emociona, porque yo amaba a Totín y ahora él es el último hombre perro. Y es por constatar en detalle esa enfermedad, por verla evolucionar cada sábado, que sigo en Barcelona aunque prefiera vivir en otra parte. Cada vez que subo las escaleras internas del Camp Nou y de pronto veo el fulgor del pasto iluminado, en ese momento que siempre nos recuerda a la infancia, digo lo mismo para mis adentros: hay que tener mucha suerte, Jorge, para que te guste mucho un deporte y te toque ser contemporáneo de su mejor versión, y, trascartón, que la cancha te quede tan cerca.
Disfruto esta doble fortuna. La atesoro, tengo nostalgia del presente cada vez que juega Messi. Soy hincha fanático de este lugar en el mundo y de este tiempo histórico.
Porque, me parece a mí, en el Juicio Final estaremos todos los humanos que han sido y seremos, y se formará un corro para hablar de fútbol, y uno dirá: yo estudié en Amsterdam en el 73, otro dirá: yo era arquitecto en São Paulo en el 62, y otro: yo ya era adolescente en Nápoles en el 87, y mi padre dirá: yo viajé a Montevideo en el 67, y uno más atrás: yo escuché el silencio del Maracaná en el 50. Todos contarán sus batallas con orgullo hasta altas horas. Y cuando ya no quede nadie por hablar, me pondré de pie y diré despacio: yo vivía en Barcelona en los tiempos del hombre perro. Y no volará una mosca. Se hará silencio. Todos los demás bajarán la cabeza. Y aparecerá Dios, vestido de Juicio Final, y señalándome dirá: tú, el gordito, estás salvado. Todos los demás, a las duchas.

 

Está sacado de su blog de Orsai, revista que recontrarecomiendo, porque hasta los puntos de las publicidades son distintas e interesantes.

Y acá el video del gol (qué digo gol, GOLAZO!!!) de Messi ante Brasil, que generó la narración de Hernán Casciari, relata, primero en árabe y luego por un brasilero.

 

Choque de cabezas...

Papá, te choqué el auto...

Lindo choque de autos caros en Monaco...

 

... de lo que se desprende que el Bentley no tiene airbags delanteros...

Luces celestiales

Hermoso video con las luces que se ven en los cielos cercanos al polo Norte.

 

Loro o R2D2?

No subestimemos a las aves. Ya trató de advertirnos Histcock en su día y como que no le hemos hecho mucho caso. Algún día las aves dominarán el mundo, suplantarán nuestra identidad.
Cuando todo funcione con reconocimiento de voz, ellas jugarán sus cartas y se harán con el control encerrándonos en jaulas...
Acá un ejemplo de un excéntrico lorito que ya suplantó al famoso R2D2 de Star Wars...

 

Lingerie Holográfica

Hace unos días publicamos (y estuvo cerca del record de visitas en un día del blog!), la genial vidriera holográfica de Star Wars.
Hoy venimos con algo más cutre (como dicen los españoles).
Una vidriera en París, cerca a la Plaza de La Vendome, que muestra Lingerie también de manera holográfica...

 

Mostrar minas casi en bolas en más popular no?




:P

Record Guinnes de estacionamiento en paralelo